escarificador

El escarificador: la mejor herramienta para revitalizar tu césped

Si eres el encargado de cuidar del césped de tu jardín, estamos seguros de que necesitas conocer una herramienta que te será de mucha ayuda, el escarificador. Gracias a él podrás observar cómo el césped crece de manera sana, rápida y con gran densidad.

¿Qué es un escarificador?

El escarificador es una herramienta de jardinería para cuidar el césped. Lo que conseguimos cuando se escarifica, es cortar ligeramente el césped, retirando los restos y las raíces acumuladas sobre el mismo. El suelo se mantiene sano, al no haber tanta cantidad de desechos, y aumenta la oxigenación del terreno.

¿Cuándo escarificar?

La temporada perfecta para realizar esta acción es en otoño y en primavera, para ser exactos, entre octubre y noviembre, o abril y mayo. Esto se debe a que es cuando el césped comienza a recuperarse de las altas temperaturas del verano o de las inclemencias del invierno.

¿Por qué usarlo?

El escarificador es realmente un tambor rotativo, que cuenta con púas o cuchillas que inciden sobre el terreno. A través del giro automático o manual -según la motorización de la máquina- esas púas o cuchillas arrancan las raíces, las sustancias impuras, el musgo o cualquier otro desecho propio del suelo que repercute de manera negativa sobre el crecimiento del césped. De esta manera conseguirás un jardín sano, que respira y que tiene todos los nutrientes necesarios.

¿Qué tipos de escarificadores puedes encontrar?

En el mercado puedes encontrar diferentes tipos de escarificadores:

  • Manuales: su apariencia es similar a la de un rastrillo. Cuenta con unas cuchillas y unas ruedas que facilitan la limpieza del césped y el movimiento se produce a través del esfuerzo humano.
  • Automáticos: dentro de los automáticos podemos encontrar dos tipos, el escarificador eléctrico y el de gasolina. Ambos cuentan con unos rodillos para eliminar el musgo y las impurezas del suelo accionados por un motor.

¿Hay diferencia entre escarificación y aireado?

A veces pueden llegar a confundirse estos dos términos. Pero, ¿cuál es la diferencia?

El aireado del césped se lleva a cabo con herramientas que realizan agujeros en el terreno de mayor profundidad que los producidos por los escarificadores (unos 10 cm), por lo que consiguen romper la capa superior compacta del suelo y permiten que este se oxigene, favoreciendo el  crecimiento del césped.

En cambio, las tareas de escarificación afectan a la capa más superficial del terreno donde está plantado el césped. Por tanto, un escarificador incide rompiendo la capa impermeable de residuos acumulados sobre la tierra: hojas, raíces, deshechos…

Más adelante os contaremos más sobre el proceso de aireación y sus ventajas.

Un escarificador es la herramienta imprescindible que necesitas para revitalizar tu jardín de una manera eficaz, rápida y sin emplear gran esfuerzo. Prueba los escarificadores de Garland y podrás ver como crece tu césped con fuerza, llevando a cabo de manera sencilla la doble tarea de aireado y escarificado.

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